El hombre como especie biológica durante toda su existencia ha vivido de los recursos que le ofrece la naturaleza. El desarrollo de sus conocimientos lo ha llevado a comprender las leyes que rigen su medio, ha descubierto nuevos elementos químicos, cada día son mayores los avances que experimenta en el campo científico-técnico, en la medicina, en la industria, etc.
Vivimos en una época turbulenta, en un milenio con una crisis ambiental galopante, una época en que a los problemas de deforestación generalizada y la pérdida de la biodiversidad, el cambio climático, la disminución de la capa de ozono, entre otros, se unen grandes hambrunas, pandemias y pobreza extrema.
¿Por qué utilizar los conocimientos para sacar provecho de la naturaleza y no para preservarla?.¿Cómo entender que el hombre ha sido capaz de explicar lo inexplicable hasta hace poco, hasta llegar a descubrir el genoma humano, y sin embargo no comprende la necesidad de proteger el Medio Ambiente de su destrucción?.
¿Qué papel le corresponde jugar a las Ciencias Naturales en este sentido?. El presente trabajo no pretende solo responder a las interrogantes anteriores o a otras que puedan surgir, el objetivo es mostrar cual puede ser el enfoque de semejante problema, de su planteamiento, de la búsqueda de la solución, es tratar de reflexionar en conjunto sobre la problemática Ciencia, Ciencias Naturales y Medio Ambiente; a partir de un análisis sintético de la evolución de las Ciencias Naturales , así como ofrecer el papel que nos corresponde desde nuestra labor como pedagogos en las escuelas.
DESARROLLO
Las investigaciones realizadas por el hombre, fundamentalmente en paleontología, paleoprimatología y arqueología han venido ha confirmar que el hombre hace miles de años surgió como especie y a lo largo de muchos años vivió en armonía con la naturaleza, alimentándose y cubriéndose con lo que esta le ofrecía; vivía en ella , de ella, pero no la transformaba.,
En sus inicios el hombre se valía del uso de piedras, garrotes y de los frutos , que le permitían una vida apacible en armonía con la naturaleza, la recolección pasiva de alimentos, mayormente individual, le fue experimentando una transición lógica a la caza en grupos de animales, la cual fue cambiando el hábito de alimentarse; y el alimentarse con carne, le crea premisas químicas y fisiológicas más favorables para una evolución más intensa del cerebro, que le contribuyó por ejemplo a desarrollar los mecanismo de señales y comunicativos, y formar una conciencia de grupo, reuniéndose en tribus y con ellas el surgimiento de nuevas formas de procurarse su alimentación como lo fue la agricultura y la ganadería sentando la génesis de los profundos cambios que operaría a la naturaleza, a su hábitat.
En los primeros estudios de la historia de la actividad humana el cambio de los ecosistemas locales casi no se distingue, pero a medida que crecen las fuerzas productivas, aumenta la actividad transformadora de la humanidad. Al convertir la naturaleza en objeto de influencia productiva racional, el hombre adquiere gradualmente nuevas funciones en regulación de los procesos naturales, condicionados por la capacidad de transformar conscientemente su entorno, lo cual obedece a la conciencia altamente desarrollada del hombre y a su esencia social.
La necesidad de conservar la naturaleza, de que el hombre se conserve como especie biológica es hoy en día una exigencia ineludible a tal extremo que el hombre ya incluye la extensa lista de especies en peligro de extinción por la rápida destrucción de su hábitat, En este sentido vienen a jugar un papel importantísimo las Ciencias Naturales al contribuir en formar una cultura ambiental en los ciudadanos
Las Ciencias Naturales florecieron como tal en las primeras cunas de las civilizaciones como fueron Egipto, Mesopotania, Roma, Grecia, etc.
El desarrollo de las Ciencias Naturales, representa un proceso extraordinariamente complejo y polifacético, relacionado con multitud de aspectos y factores de la vida social de orden tanto material como espiritual, entre los puntos de crecimiento y principales direcciones en el desarrollo de las Ciencias Naturales y de sus ramas están:
- En el siglo XVII: El estudio del movimiento mecánico, y no solo en el marco de la mecánica, sino también de todas las Ciencias Naturales, incluyendo la Biología naciente (por ejemplo, el descubrimiento por W. Harvey de la circulación de la sangre).
· En el siglo XVIII: En la Química a finales de este siglo, la explicación de los procesos de combustión y la oxidación (esta explicación la proporcionó la teoría del oxigeno de Lavoisier).
· En el siglo XIX; en Química: La atomística química, particularmente la teoría de la estructura química; en Física: La teoría sobre la transformación y conservación de la energía; en Biología: La teoría de la evolución (desde Lamarck hasta Darwin y sus seguidores).
· En el siglo XX: Los altos polímeros y sus síntesis; en Biología: El mecanismo de la herencia y la biosíntesis, estudiado por métodos bioquímicos, biofísicos y biocibernéticos a nivel molecular (genética molecular); en las Ciencias Naturales en su conjunto: La aplicación de los métodos matemáticos de investigación, particularmente el análisis de los procesos de control y autocontrol (cibernética).
La revolución en las Ciencias Naturales surgió a mediados de la década del 90 del siglo XlX y continua hasta la actualidad, la misma comenzó con el descubrimiento de los rayos Roenteng (1895), la radioactividad(1896), y el electrón(1897). Derrumbando las viejas representaciones metafísicas, de los átomos como ultimas partículas indivisibles y absolutamente simples de la materia. La revolución de las Ciencias Naturales no tanto consistió en los descubrimientos experimentales de las nuevas propiedades de la materia, sino su explicación teórica a fenómenos que antes eran inexplicables. El descubrimiento y explicación teórica de la desintegración del átomo y como transformación espontánea de los elementos químicos fue el producto del nacimiento de una nueva teoría, de un nuevo concepto, incompatibles con las concepciones admitidas anteriormente.
En la revolución de las Ciencias Naturales podemos destacar varias etapas. La primera etapa abarca el periodo desde finales del siglo XlX hasta mediados del la década del 20 del siglo XX, cuando se crea la teoría electrónica de la materia, esta etapa comienza por los descubrimientos ya definidos y termina con la creación del modelo atómico de N. Bohr, sobre la base de las ideas clásicas de las partículas como formación puramente discreta.
La segunda etapa de la revolución comenzó a mediados de la década del 20 del siglo XX, con la aparición de la mecánica cuántica, que junto a la teoría de la relatividad hizo una revolución total en los criterios acerca de la materia y las formas de su movimiento.
La tercera etapa está ligada con los descubrimientos en el campo de la Física nuclear y comenzó en víspera de la Segunda Guerra Mundial con el descubrimiento del neutrón(1932) y en especial con el de la fisión de los núcleos pesados(Uranio y otros), este último sentó el comienzo de la época de la energía atómica(1939). Esta etapa no ha terminado todavía y con los descubrimientos realizados en ella empeoró la situación de los problemas ecológicos por los daños irreparables que estos han provocado.
En la etapa contemporánea el reto está en cómo las Ciencias Naturales pueden y deben frenar el acelerado proceso de destrucción ecológica que lleva el hombre, que tiene como base justamente los avances experimentados en esta área. Es lograr un correcto equilibrio entre la naturaleza y la sociedad, más si tenemos en cuenta que esta época se caracteriza por un nuevo estado en los proceso de interacción sociedad-naturaleza, que se caracteriza por un lado por las crecientes posibilidades del hombre de transformar la naturaleza y, por otro, por las secuelas, por ahora cada vez más desfavorables
El hombre moderno incide cada vez más sobre los procesos geoquímicos fundamentales de la biota, y no simplemente consume, sino también redistribuye las reservas de elementos químicos, acumulados por la naturaleza durante millones de años. La humanidad prácticamente ha olvidado que está indisolublemente ligada con la biosfera, con el sistema de condiciones naturales en que nació, se desarrolló y discurre su vida.
En las condiciones actuales se reconoce cada vez más que la solución al problema ecológico global requiere de aunar los esfuerzos de toda la humanidad, es necesario lograr una consumación de la unidad esencial del hombre con la naturaleza .El hombre del presente debe comprender que es un habitante del planeta y puede y debe actuar en favor del futuro de la biosfera y por ende del hombre.
El vínculo armonioso de la naturaleza y la sociedad presupone una perfección total de la sociedad. El conocimiento de la naturaleza no puede ser suficientemente integro, profundo y correcto si se aísla de ella al hombre y se le opone; como tampoco lo será el conocimiento del hombre, si se le opone la naturaleza como algo ajeno, muerto, subordinado. Hoy está en juego no solo la salvación de la naturaleza, sino también la del hombre como especie. Sabemos que el hombre a diferencia de los demás seres vivos que solo se adaptan biológicamente al medio a través de cambios fenotípicos y genotípicos, el hombre se adapta al medio transformándolo, por lo tanto su adaptación al medio, se convierte en un agudo problema social, que puede y debe solucionarse.
Problema social ya denunciado ante la humanidad a través de la voz de miles de hombres en toda la tierra, en disímiles círculos académicos, científicos, políticos , sociales y económicos tanto a escala global, nacional, como local, entre la que se destaca por la magnitud en que se denunciaron los problemas globales la Conferencia de las Naciones Unidas desarrollada en Río de Janeiro en Brasil en el año 1992, donde en su intervención el Comandante en Jefe Fidel Castro, denunciaba los males que padece el Medio Ambiente por la rápida destrucción de las condiciones naturales, en su discurso esbozó los problemas más apremiantes al plantear”...una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: El Hombre... ;han envenenado los mares, los ríos, han contaminado el aire, han debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a padecer. Los bosques desaparecen, los desiertos se extienden, miles de millones de tierra van a parar cada año al mar, numerosas especies se extinguen”. (1)
Ante esta problemática son muchas las interrogantes que debemos hacernos ¿Qué hacer? ¿Cómo utilizar la ciencia a favor del Medio Ambiente? ¿Cómo distribuir mejor la tecnología en el mundo?.
En el propio discurso del Comandante, referido con anterioridad planteaba “... utilícese toda la ciencia necesaria para el desarrollo sostenido sin contaminación. Págase la deuda ecológica y no la deuda externa, desaparezca el hambre y no el hombre.”(2)
Un ejemplo del peligro al que hemos estado sometidos, es el peligro de desastre ecológico que representa la destrucción de la capa de ozono por la acción del hombre, al arrojar a la atmósfera los gases clorofluocarbono (CFC) y los alones, destructores del ozono, independientemente de que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente(PNUMA), a partir de 1977 inicia los esfuerzo por suprimir o disminuir las emisiones a la atmósfera de estos gases, aún aquellos que poseen la concentración del poder económico y político hacen caso omiso, al reclamo de la mayoría.
En la actualidad el aire, los mares, los lagos, las costas, los ríos, los suelos, el hombre mismo en las grandes ciudades y en el medio rural, resienten los efectos del deterioro ecológico originado por la acción de los desechos contaminantes productos de la actividad humana, sin embargo no es hasta la década del 60 del siglo XX que la ecología empezó a ser una ciencia importante y el deterioro ecológico principió a ser considerado uno de los problemas de mayor relevancia para la humanidad ; muchos países y organismo , han abocado a su estudio, en generar una conciencia universal sobre el problema, aunque para muchos expertos los problemas ambientales continúan, y es posible que se agraven durante el presente siglo.
Los problemas más urgentes que debe enfrentar el hombre contemporáneo son:
· La contaminación de la atmósfera producto de la emisión de gases como el monóxido de carbono, dióxido de carbono, óxido de azufre, etc, que han provocado la ocurrencia de fenómenos como: Destrucción de la capa de ozono, las lluvias ácidas, el recrudecimiento del efecto invernadero y el smog.
· La desaparición de extensas áreas de bosques, en respuestas a demandas industriales y agrícolas ha provocado la ocurrencia de procesos como: La desertificación, degradación y erosión de los suelos, así como la desaparición de especies animales y vegetales.
· La contaminación del agua, producto a la creciente actividad industrial y de la población urbana, ha traído consigo la desaparición de especies acuáticas y el agotamiento de las reservas de agua potable.
Si meditamos sobre los avances tecnológicos y su impacto medio ambientalista seria erróneo pensar que los mismo son siempre negativos, no podemos negar que existen contribuciones ostensibles de la tecnología al mejoramiento del medio ambiente y que en la medida que el hombre piense en cómo emplear los avances tecnológicos sin destruir, existirá un mejoramiento en la calidad de vida. Debe integrarse una evaluación ambiental con una evaluación tecnológica ,que permitan abordar los problemas inherentes al desarrollo sostenido .
En la actualidad en nuestro país todos los avances experimentado en la ciencia tienen un principio humanista dando cumplimiento a la política trazada por el Partido y el Estado, tal es así que la protección y conservación del Medio Ambiente es un elemento de primer orden pues aparece recogida en la Constitución de la República de Cuba en su articulo 27 donde plantea “ El estado protege al medio ambiente y los recursos naturales del país, reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social sostenible para hacer más racional la vida humana y asegurar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras. Es deber de todos los ciudadanos contribuir a la protección del agua, la atmósfera, conservar el suelo, la flora, la fauna y todo rico potencial de la naturaleza.”
Cuba presta especial atención al Medio Ambiente, y considera un derecho elemental de la sociedad y los ciudadanos, el tener un Medio Ambiente sano y disfrutar de una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza, ejemplo de esto es la Ley 81”Del Medio Ambiente.” aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular el Viernes 11 de Julio de 1997, la cual tiene como objetivo establecer los principios que rigen la política ambiental y las normas básicas para la protección del Medio Ambiente, como sistema complejo y dinámico de relaciones ecológicas, sociales, económicas y culturales de carácter histórico-social, que incluye la naturaleza transformada constituyente del patrimonio histórico de la humanidad.
Como se conoce la rápida ampliación de la esfera y las proporciones de la producción material y el vertiginoso progreso técnico abren grandes posibilidades para satisfacer las necesidades materiales y espirituales. Pero al mismo tiempo estos factores condicionan la explotación cada vez más intensa de los recursos naturales, ejercen una influencia cada vez más profunda sobre el medio circundante, con la particularidad de que no solo se intensifica la interacción del hombre con el medio natural, sino que cambia el carácter de dicha interacción.
Resulta obvio que la humanidad ha de tomar medidas para revertir esta situación, lo que no basta solamente con instrumentar medidas administrativas sino que es necesario que la población haga suya la necesidad impostergable de proteger el entorno en aras de garantizar un Medio Ambiente adecuado para las presentes y futuras generaciones.
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